8.4.13

Fríos

Manifiesta su profundo malestar sobre mi cabeza derramada.
Llevo días son poder comprender el momento inconcluso de aquello dejado por el presente.
La acción es dramática por definición pero sin imágenes que encuadrar.
La angulación errada se expresa inquieta entre preguntas que recorren un camino novedosamente horrendo, al punto de partir la racionalidad completada por el sistema de aulas ordenaditas.
Es ese momento de caos interior en que uno desearía que explotara el clímax escondido del texto.
Mas no sucede sin el permiso liberador del inconsciente.
 El pianito entonces, continúa teclado en mis dedos cual máquina de escribir, o computador como sea.

La abundancia de locura podría expeler el dolor del homóplato derecho que lleva años apuntando hacia adentro.
La daga ruidosa que se hace la loca para mejorar la postura.
 Y agarré esa composición corporal agradable y ya quiero desprenderme de ella rápidamente.

Estas reflexiones de otoño son molestas.
Siempre recurro al blog cuando comienza el invierno o  esas cosas frías.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reivindico la locura,creo que ésta es un exceso de realidad.
Quizas por eso mucha gente la catalogan loca, por ser capaz de reconocer la realidad tal cual es.
Ahora, ser loco no es malo, quizas es un valor normativo y las consecuencias son las negativas, por estas misma razón, el reprimirse y buscar formas socialmente aceptables de explotar. Ser tincá es una de ellas