16.7.13

Des prender



Un Ejército inacabable de pensamientos
sobrecogen la posibilidad ínfima del olvido propositivo.

Demanda mi atención distraída,
aquella que fluye entre la libertad temporal,
hacia un estado de constante esclavitud.

Es una guerra de proporciones,
que no consideró armamento,
más bien desarma el cuerpo y sus atributos,
para luchar.

De pronto pierdo.

Me pierdo de bando.

De tanto olvidar, olvidé la frontera de defensa,
entonces me ataco a mí misma.

En el entre tiempo diario,
una masa de razonamientos acumulados
se apodera de quién está al mando del batallón.

Es entonces
cuando quisiera
desprenderme
de esa guerra.