8.8.07

Un poco de Brasil

Estoy sola, expirando oblonda por la colina. Estoy sola y no molestan los sonidos.
El aire se respira tibio y cada centímetro de mi piel es amasado con suaves ondas de luz temperada. Dorados, húmedos y salvajes se internan en el cuerpo.
Comienzo: talón, planta, metatarso, próximos dedos, seguros de sí mismos. Avanzo y llego. A mi alrededor soy sostenida por pasto tierno y verde, ciertas palmeras con sus ya recorridos troncos me dirigen. Arena sudorosa y abierta a re-cibir… ondas de mar que se atribuyen culpas y emociones expulsadas.
Y comienzo a bajar. Todo toma su fluido: cabeza, cuello, espalda, cintura, caderas, muslos, rodillas… caigo como atraída al suelo caliente y estiro. Expulso lo reprimido y el sol gordito se lo lleva bien abrazado para entregarlo al día siguiente.
Los pasos se estiran como un gran bostezo; estoy suave, pero vitalizada.
Lentamente aparecen los bañistas con sus oscuros y pulidos cuerpos en la vida. Ellos también se tranquilizan con la armonía del lugar. Las masajistas, acordes con el paisaje, se preocupan de expirar a otros.
Me muevo… se instalan los caminantes con olor a apuro. Vuelvo… los acompañantes no acompañan mas forman parte del todo. Barracas, cocos y agua. Calles, tiendas…y autos.
Finalmente Brasil se constituye
Con un sol.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello, lindo. Creo que el mar te hizo muy bien, tu color de piel estaba muy lindo, tu rosto tenia un color lindo, te revelaste acá como una bella mujer. Ahora estás te revelando como una escritora. Buena suerte y que tenga exito en los escritos y en la vida. Un grand beso de tu admirador. Álvaro

Anónimo dijo...

te encanta oblondo jaja

la playa limpia caleta el alma locaa

nos vemos rosaimon