16.7.07

Pequeño reporte de mierda I

Mis pequeños lectores serán parte de un experimento invernal

Como pueden darse cuenta, estos fríos días de invierno nos cambian la mente completamente. De hecho todo se humedece: la casa, los baños, la ropa, la cabeza, y las ideas. Un poco oblondas y latigudas los que nos quita productividad en cualquier sistema existente (no necesariamente económico, político... también eléctrico, etcétera)
Continúo....
Algún homosexual anda por ahí dando la lata humedad por los baños del centro comercial (mall), pero ya ha aprendido que las cámaras vigilan constantemente. Redolés ya no se pasea por la Yungay a las dos de la mañana con su cargamento eterno.

(- No confesaré, Padre)

Las estufas han quedado atrás, ahora necesitamos chimeneas para despolarizar un poco este ambiente tiritón
Ah! mis queridos! si no fuera por esos regordetes que se llenan el bolsillo robando billetes y aportando a este daño que tan jodido nos tiene: la puta de calentamiento global Y perdonen tanta grosería, pero no es para menos. Si las temperaturas se han revolucionado y se cambian a cualquier momento, más tarde será el agua la que se harta de su estado líquido y volará por los contaminados aires que tendrán nombre y apellido (some companys with unknown languages)
Las modelos de pasarella nos inundaron con sus dietas plásticas mas no por eso adelgazarán los gringos, Mc donalds será nuestro amigo y las frutas serán para la elite descabellada con sus orgías descarriadas.
La propaganda de músculos plastificados envueltos en suaves telas de marca, estampados con modelos argentinas "de primera" significará una presión en la educación básica:
"Se solicita a . . . . . . . . . . . . que cursa 4to básico, la edición
completa del catálogo de Fallabella, y compararlo con el de Paris"
Mal....

Lamentablemente (y no quería caer en esto), varió con la música.
Pero el mundo no varía con la música. Mi querida Mafalda como te aprecio ( y a Libertad también!), pero somos víctimas de anti poesía en este mundo racional (no me refiero a Nicanor Parra). Las ideas rebosan y se escupen en glaciares, de algo sirve que los descongelen, así se liberan...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Eclipse

Constantemente para el universo, sólo de cuando en cuando para el planeta, y cada miles de años para la razón, se concreta la visita de un eclipse de sol. Es así, pues el nacimiento de una criatura con las cualidades para realizarlo son escasas. El pueblo se entera alborotado, dirigendo sus pies hacia el acontecimiento; cada firme pisada de este tropel humano al sol alienta al polvo a alcanzar las estrellas. Un elevado promontorio real se alza a metros y metros de altura con un hombrecillo sentado en la vertiginosa punta.
La emoción entre los cansados transeúntes llega al momento de hacer la fila a lo largo de la gigante arquitectura: El ángulo de 360º que se aprecia entre la cabeza del observador y la del hombrecillo los convoca a observar con la mayor serenidad y gratitud.
"El sol se oculta completo tras el enorme cráneo, transformándose en un escondido orangután juguetón; se ve como los destellos de luz traspasan por los cabellos del hombrecillo, retenido por completo por la maraña negra de pelo y piel por la que se vio consumido sin un aviso formal."
Uno a uno, cada observador tiene 30 segundos para apreciar el eclipse de sol.

Saludos, vieja (des)conocida!

rocío dijo...

quien puso eso???

Anónimo dijo...

sientete alagada, le comentaba, mientras azotaba su cabeza contra la valdosa reluciente de la cocina kitch mal copiada de una cerie gringa. Como keria ke me detuviera si solo eskuchada gemidos y arcadas de su parte.
Nunca entendí a las mujeres, al principio era mi madre, ke lloraba al verme con el cuerpo inerte y lleno de sangre de mi hermana entre mis languidos brazos. Luego esa maldita profesora que lo unico que sabia hacer era gritar, que mejor manera de callarla que con un buen corte en su movediza y rozada lengua. ¿Ahora tu?... Para de gritar y habla, te escuchara aunke el golpear sordo de tu craneo perfecto contra el suelo trate de callar siertas cosas... te lo prometo, te escuchare. Por algo te amo tanto.

lov yu rocio un regalo fome

Anónimo dijo...

Ahora un cuento apocaliptico sin correjir...
date la lata por amor :D

La quimera de un sol naciente.



Era un jueves negro, Salí de la pensión, esta vez para siempre, insultando a la señora de conserjería la cual ni se inmuto, veía a la gente caminar por la calle con un dejo de preocupación inminente, caminaba mirando al suelo, y tropecé con una pequeña grieta, pude seguir de pie, continué mi recorrido, no sabia ni donde estaba ni hacia donde me dirigiría, sabia que no la volvería a ver ni a ella ni a nadie mas, pero ahora eso no me importaba, lo único que me mantenía preocupado era de donde iba a sacar una tetera para calentarme una taza de te, mi eterna rutina mañanera, una taza de te junto a ella, pero esta vez solo pensaba en el te.

Seguía transitando por esa extensa ciudad gris, en este jueves negro en el cual nada me detendría. Las palabras de la gente en la calle me parecían un mero concierto de música estridente, solo que esta música, no tenia ni ritmo, ni belleza, aunque para mi, nada es bello, alguna vez algo lo fue, pero ya no, ya nada era bello ante mis irritados ojos.
Me senté el la banca cuando sentí una leve agitación, me conmocione, la tierra se movía y a la gente que transitaba parecía no importarles, seguían su trayecto, quizás hasta quien sabe donde su interminable trayecto que esta vez tendría un fin. La tierra seguía agitándose, cada vez mas fuerte, los vidrios de los edificios se trizaban antes de caer y terminaban en las aceras de la maldita ciudad y en los brazos de las gordas señoras desgraciadas que por ella transitaban.

Cuando una gran cantidad de transeúntes comenzó a sangrar ya sea por los vidrios en su cuerpo o por las fuertes caídas producto de la tierra moviéndose, fue cuando sentí que algo extraño ocurría, yo seguía sentado, observando este espectáculo de fenómenos, no pensaba pararme de esa banca y unirme al circo, prefería quedarme aquí , hasta ahora sano y salvo.

Cuando la banca, en la que seguía sentado, se comenzó a desintegrar, esto ya no era un temblor mas, sin embargo tampoco creía que fuera a ser el fin del mundo ni mucho menos, al otro día vería en la noticias las victimas, los heridos, y las perdidas, pero yo no tenia nada que perder, por lo tanto ninguna razón para aparecer en el noticiero.
Comencé a reír, a reír, fuertemente una señora me ataco por mis burlas y risotadas, no me contuve y la golpe, callo al suelo, arrastre su rostro por la acera fría quitándole su puta vida.
Seguí mi camino y pensaba en lo agradable que había sido quitarle la vida a una puta vieja, por lo que me empezó a gustar esto de la vida efímera ajena y comencé a quitarle la vida a quien se me cruzara con mis puños enardecidos, y como la tierra cada vez se mecía mas en la cuna de la muerte que se nos fue preparada.
Estaba en una especie de trance por la adrenalina y eso de la sangre, hasta que sentí una mano en mi hombro que me voltio y en un segundo quedo nockeado en el suelo.
Pasaron varias horas y mi sueño se extendía en desolación y destrucción. Nubes negras, golpes iracundos, gritos guturales y remesones que me hicieron despertar viendo nada más que cadáveres a mí alrededor.
Me levante lentamente, algo mareado, y me di la vuelta mirando todo lo que alguna vez fue esta ciudad marchita y asquerosa que crecí odiando y repugnando bajo la mascara de una falsa sonrisa esperanzada de “todo va a estar bien”.

Ahora me sentía liberado, solo, algo perdido. No pude más y rompí en lágrimas, quizás de felicidad, quizás de melancolía. Me arrodille y arrancándome la chaqueta y el maletín de un golpe dejándolos atrás como metáfora de mi pasado podrido junto a todos estos cadáveres que me rodeaban. En un momento un recuerdo golpeo mi cabeza como un ladrillo caído de una construcción inconclusa. Era ella que se paseaba libremente por los pasillos desorbitados de mi mente. Empecé a sudar. A sentirme mal, y como un rayo iba recorriendo los cadáveres buscándola.
Cuando la logré hallar, muerta, yaciente, con sangre que brotaba de su boca traicionera. Intente tomarla entre mis temblantes manos, en lo que la tierra emite un alarido delirante y estruendoso abriéndose y tragando a esta maldita mujer. Por un momento suspire agradecido al cielo o a la tierra, o a lo que la hizo desaparecer, pero el alivio duro poco, la grieta se habría mas y mas, y el alarido se volvía mas y mas agudo. Enmudecido me asome lentamente a la grieta, curioso, con algo de miedo. Y pude ver a esta criatura que se deshacía de su cascaron dejándolo en la perdida orbita planetaria.
Tome mi cabeza entre mis manos y me golpee repetidas veces en el rostro para ver si lograba despertar de este sueño que cada ves se hacia mas real.
Una mano se asomo entre la grieta, era gigante, y desprendía pedazos de planeta como cualquier bebe entorpecido por el sueño. Pensé que mis ojos se saldrían de su orbita después de haberlo mirado mas y mas de cerca, totalmente embobado deje caer algo de baba y alguno que otro sonido inconexo y sin sentido. La mano subía dando a conocer su colosal brazo que arrancaba hectáreas de tierra haciéndolas granos de arena en el espacio. Me aleje con pasos lentos y hacia atrás, sin querer, y gracias a dios, si es que existe, logre caer plano y sin dolor en un fardo de paja que había arrastrado su tardo codo por varios kilómetros. Tendido lograba ver como aparecía el hombro de esta criatura, dando a conocer el costado de su rostro enrojecido. En ese momento no lo evite y solté un grito de competencia para su penetrante alarido que ya se extendía hace horas, en esto da a mostrar sus ojos rojos de fuego y empujo con odio hacia los lados el cascaron que alguna vez llame planeta tierra. Dividiéndose así en dos y dejándome a la deriva sin dirección aparente.

Recuerdo el sol de aquella mañana, tarde o tal vez noche de ese maldito jueves. Era enorme y aterrador, el calor era inhumano, pero parecía atraer a aquella cosa que se cubría aun por pedazos de la tierra. Mire mis manos rotas y cubiertas de sangre y solo quise que esto concluyera dejándome en mi fiel descanso en paz que ese día busque indirectamente con palabras, pensamientos, sueños y actos. Todos fallidos.
Comencé a reír nuevamente a carcajadas siniestras y sub humanas dando a conocer mi lado malcarado, vomitando gritos y puteadas sin importarme ya nada. En mi quimera de demencia sentí su mano, mas bien parte de su dedo tocarme brutamente y empujarme de mi basto nicho de sufrimiento. Y solo pude caer. Lo mire mientras caía, turulato mirando el sol incandescente que como testigo mudo observaba sin opinión al respecto.
El arrapiezo comenzó a mirar cada vez mas idiotizado, hasta que empezó su viaje hacia el sol. Mi única forma de prevenirlo fue una sonrisa entre llantos, de la cual no se percato, ni tampoco yo.
Se fusionaba al sol, cuan entupido mosquito en una lámpara eléctrica. O tal vez como un espermatozoide uniéndose a un ovulo para así crear quizás que.

Si, fui el único que presencio su corta existencia catastrófica. Ahora quizás que me depare, no espero nada mas, pero el buen dios así nos ha enseñado.
te kiere adrian