27.10.07

POKE-METRO

Ayer (parece) que iba en el metro con mi hermana y nos pusimos obsesivas con las personas que lo completaban y la hacían de un extremadamente cálido y sudoroso transporte urbano.... tipo 11 de la noche era el tren que antecedía al que antecedía al último, atestado de personas todas distintas entre sí pero con un tufo alcohólico merodeando la zona maxilar facial en común... volviendo al punto e hilo conductor barato del texto.. con mi hermana observabanamos nuestro reflejo en las ventanas del metro, mejorando las mechas caidas y esas cosas tontas que uno hace para verse mejor, mirabamos a las personas con nuestras caras de aburriemiento.. (creo que son esas situaciones en las que la mente se activa y el instino de placer satisface una de sus tantos lados)

Frente a nuestra vista (despues del reflejo), exsitían cuatro seres in-humanos sentados de forma decadente sobre los anaranajados asientos mammones , intercalados segun sexo. Vestían uniformes negros adornados con prendas blancas o roja, sus pelos eran una maraña seca esparcida por la cabeza tapando todo rasgo facial (incluyendo ojos), estos últimos, que estaban en parentesis, esfumados con rojo completo dandoles un efecto drogado y plástico un tanto vomitivo. Sus manos tenian las uñas comidas y sus muñecas unos tajos mal hechos producto de una depresion de índole amorosa, consumista, familiar, material , espiritual etcétera. Poleras de color base con diseño en plateado, motivos satánico-ingenuo (digamos algo asi como calavera sonriente-bebé sangriento), pantalones ajustados negros y zapatillas de lona con calaveras. Llamaban la atención el brillo de los piercings ordenados en su cara; labio inferior, expansión en la oreja y me da lata seguir enumerandolos.

Como dicen los gringos: "anyway". Con mi hermana a la cual le pondremos el nombre de Nacha, nos comunicabamos de la fatal situación: el ser inhumano N° 1, de genero femenino miraba hacia atrás (osea el paisaje oscuro) y sus manos las rozaba bruscamente como limpiando una mancha eterna, el ser N° 2 (por ende masculino), aparentaba ser el mas sobrio y miraba hacia el frente y conversaba de la misma forma: las caras no eran algo interesante para el, nisiquiera las palabras que con tanto aro no modulaba. La ser N° 3 era la peor: sus ojos rojos y tajos exigian una postura corporal depresiva, la cual se poyaba del ser N° 2 como un bastón : simplemente no emitía sonido por sus labios. El N° 4 apenas lo recuerdo: no le mire la cara pero aparentaba su físico igual que el N° 2: su cabeza apoyada entre las manos mirando entre sus rodilla... tampoco emitía sonidos. De hecho entre aquel cuarteto de adolescentes EMOcionales no existia mucha comunicación (20 minutos de viaje son suficiente para darse cuenta de ello).Sólo se miraban y respondian el teléfono movil a sus madres o padres respectivos.

La locura de mi cabeza se expandió en el contexto de esta situación: la voz de locutor.metro informó que a nuestro destino habiamos llegado. Con la Nacha nos sublevamos: a la salida golpeamos el vidrio de ellos con violencia, la N°1 (que nos vio inmeditamente porque su posición fija era esa) nos miró con espanto y dio alerta del ataque a sus compañeros medios vivos (N°2 y N°3), nosotras lentamente de nuestros labios humectados y habladores sacamos una lengua enorme como condon inflado, abrimos los ojos de condenadas y les dedicamos el pack con gran emoción y rabia acompadas de una morisqueta para recordar toda la vida.

Segundos despues el metro partió, los pokemones escribiran la experiencia en su diario y nosotras en el nuestro, luego caminamos hacia la Salida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿poke-metro? ha salido muy bueno y chistoso tu imaginación, pero esos pobres son gentes que han sido influidas por esa identidad globalizada que pasan por tv, no se si sabre quien tendrá tal culpa, la tv o la misma persona, pero sin duda es fiel imagen de personalidades sobornadas por una vida consumista, tanto de las EMOciones como de cosas materiales. Un sufrimiento directo que se refleja en sus muñecas, un dolor inexpresivo, pero del cual todos sacan provecho para sentir por lo menos algo en esta vida.

mujer, necesitamos conversar!
Tato