28.5.07

Negativa, todo muy bien.

Desde acá abajo tengo una perspectiva opuesta a lo que aparentas. Tu dulce cara de niña azulina se desavanece a una ameba incolora que debe sostenerse en palos de mediocridad para hacerse ver. Patética. Te observo con repudio, disfrazada en mil letras desteñidas con el viejo viento de los libros.
Simulas animales que no te quedan. ¡Hey! ese gato negro no pertenece a tu cuento! Mejor quédate con el de la pequeña estúpida sin cuerda para saltar, esa que los niños mayorictos le robaron por inerte. Eso es lo que te jode, y déjame decirte que bastante: sos un pececillo más de la corriente, lo malo es que tu corriente solitaria no te lleva nisiquiera al mar de los comunes; está vacía de mentes, mas los sentimientos flotan... sólo flotan.
La jodida hipocrecía me permite bajar hasta desaparecer de tu vista y dejar tu radar controlador. Entendí que por mi condición no puedo ser parte de mundo, ni superponerme a el. Me quedo con mi barro pecaminoso, entre vinos y puercos obsenos. No te interesa, claro. Lo negro no entra en tu estructura mental, esa que ya no te pertenece. Sólo repites tu par, tu par , tu único par de vida. Esa que se te va como ácido entre los dedos que tanto limpiaste y limaste, solo para tus ojos de cristal. Cuidado que se romen, si les llega el barro que tanto me cubre: joden.
Lo siento, no somos compatibles.

2 comentarios:

Carlos R. Figueroa Valdés dijo...

las gracias de comer un buen pescado, de esos que se desvían... ¿cual será la eterna y real significancia de lo común?¿el seguir a los comunes será lo más oportuno?

Anónimo dijo...

Bella poesía! Una obra de arte.